Resulta una obviedad decir que se puede viajar a través de un libro, igual que se puede hacer a través de una película o de una canción. Se puede viajar también a través de una fotografía, de un aroma, o del sabor de una comida, aunque esto forma parte ya de un terreno más sensorial, ése que tiene una infinita capacidad de evocación en nuestro organismo que quizás todavía no acabamos de entender en toda su magnitud y grandeza. Que podemos viajar a través de un libro ya lo sabíamos, pero lo hemos re-descubierto, hasta convertirlo en dogma de fe, […]